El verano que no termina, el otoño que no empieza… Una vez más estamos inmersos en esa nueva estación, que alguien, con chispa, bautizó hace unos años como VEROÑO.

  • Octubre ha sido el mes más caluroso de toda la seria histórica desde 1961 en España con una anomalía térmica en torno a 3,5 grados
  • Tampoco Europa había observado desde que hay registros unos termómetros tan altos a estas alturas del año

Para mediados de la próxima semana se espera que el mercurio vuelva a subir y regrese el veroño durante al menos la primera quincena de noviembre. Lo confirman desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).  “a partir del fin de semana y comienzos de la semana próxima, las temperaturas subirán progresivamente y volveremos a valores más altos de los normales para esta época del año”

Además, parece que ya no es algo puntual, es una tendencia que viene para quedarse. Es otro de los efectos del CAMBIO CLIMÁTICO.

Y claro está, tiene consecuencias negativas para el medio ambiente:

La primera, desde luego, la sequía que supone que no llueva en un época en la que es cuando más agua tendría que caer. Con unos pantanos al 30%, la situación comienza a ser alarmante.

Además, está el riesgo de incendios. No hay agua, el campo está muy seco y la perspectiva de que llueva es muy baja, salvo en Galicia y un poco el noroeste de Castilla y León. Por tanto, el riesgo de incendios forestales es muy alto

También afecta al reino vegetal, las plantas vuelven a florecer, los árboles no pierden sus hojas, las cosechas se ven afectadas.

Afecta también a muchas especies de animales, ellos desarrollan su existencia en armonía con el clima. Estos patrones diferentes afectan a su ciclo vital y amenazan su existencia en algunos casos.

Y por supuesto, tiene efectos sobre nuestra salud: alergias y dificultades respiratorias pueden verse agravadas, entre otras cosas.

En fin, el verano no acaba, el otoño no arranca, el cambio climático se hace patente una vez más.