
Es una iniciativa de la ONU que convoca a gobiernos de todo el mundo para acordar un nuevo marco mundial para la diversidad biológica posterior a 2020. Se celebró el pasado mes de diciembre con el objetivo de establecer un plan ambicioso para transformar la relación de la sociedad con la biodiversidad y garantizar que, para 2050, se cumpla la visión compartida de vivir en armonía con la naturaleza.
Asimismo, en la Conferencia se analizó la implementación de los protocolos del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD, por sus siglas en inglés) que abordan la distribución justa y equitativa de los beneficios del uso de la biodiversidad, y el transporte, manipulación y etiquetado seguros de los organismos vivos modificados.
La primera parte de la COP15 se celebró en octubre 2021. Incluyó la apertura de las reuniones y el abordaje de diversos elementos esenciales del orden del día para que la Mesa de la Conferencia diese continuación a las actividades constituyentes de la Convención y de los Protocolos asociados.

ESTAMOS PERDIENDO A LA NATURALEZA A UN RITMO SIN PRECEDENTES EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD.
La diversidad biológica abarca seres vivos y no vivos de nuestro planeta, su interconexión y sistemas. Ha estado disminuyendo rápidamente la última década con las actividades humanas. Se estima que las poblaciones silvestres se han reducido 69% en promedio los últimos 50 años y los ecosistemas naturales en un 47% por el uso recursos a un ritmo que supera con creces la capacidad de la naturaleza para restaurarse. Como la vida en la tierra depende de la biodiversidad, también la economía. De hecho, más de la mitad del PIB mundial depende directa e indirectamente de los productos y servicios de la naturaleza.
NOS ENFRENTAMOS A





LA NATURALEZA ESTÁ EN ESTADO DE EMERGENCIA, TENEMOS UNA OPORTUNIDAD IRREPETIBLE DE CAMBIAR LAS COSAS.
La COP15 creará un impulso similar hacia objetivos de biodiversidad a los que el acuerdo de París creó respecto a cambio climático en 2015. Consta de cuatro objetivos globales ambiciosos para 2030 y 2050 para proteger la naturaleza de un mayor deterioro y «construir un futuro compartido para toda la vida en la Tierra«.
Incluye aumentar la preservación de la tierra y agua, reducir la contaminación, incorporar la biodiversidad en las políticas nacionales, reducir subsidios perjudiciales y movilizar fondos para planes nacionales. Acuerda conservar y gestionar eficazmente y restaurar al menos 30% de los ecosistemas marinos y terrestres del mundo para 2030. El lenguaje, aunque no «obligatorio», es suficiente para esperar que tenga un impacto significativo. Aunque EEUU no es signatario y no está obligado por COP15, la administración Biden ha tenido un papel activo y prometido tomar medidas en línea con las resoluciones adoptadas.
El objetivo 15 favorece los esfuerzos del sector privado. Requiere que los gobiernos tomen medidas para alentar a grandes empresas e instituciones financieras a seguir y divulgar impactos en la biodiversidad, así como el riesgo por su pérdida, debido al nivel de dependencia que tenemos.